Los desfibriladores DEA en niños son un elemento fundamental para atender una parada cardíaca. Por muy extraño que pueda parecer, ellos también se exponen a estos riesgos a lo largo de su infancia.
Las enfermedades cardíacas no tienen edad, por lo que el uso de los desfibriladores puede ser necesario en cualquier momento. Tras haber prestado soporte vital básico y que se haya administrado una RCP al niño, se puede hacer uso del desfibrilador.
¿Qué edad es segura para utilizar un desfibrilador en niños?
Los desfibriladores automáticos son un equipo seguro para utilizarlo en niños mayores de 1 año. Es importante tener en cuenta que los niveles de energía producidos por un DEA no deben ser los mismos para un adulto que para un niño. Por ello, se deben utilizar los parches de desfibrilación pediátricos adecuados.
Los parches pediátricos ayudan a ajustar los niveles de energía producidos por un desfibrilador, eso significa que dependiendo de la edad del niño se utilizarán unos parches u otros.
Electrodos de desfibrilación en niños y como colocarlos
Los desfibriladores en niños requieren del uso de electrodos/parches diferentes. Estos dependerán de factores como la edad o el peso del niño. Por ello, es importante que a la hora de adquirir un desfibrilador nos fijemos en que tipos de electrodos lleva incorporado.
La principal diferencia es la almohadilla de los electrodos, los pediátricos están diseñados para que la descarga sea más segura para el corazón de un niño.
No obstante, no todos los desfibriladores llevan almohadillas especiales. Algunos modelos están equipados con un botón para que cambie el modo automático de adulto a un modo pediátrico sin tener que cambiar los electrodos, la potencia del desfibrilador se reajusta en función del modo que se ponga.
La manera en que se utilizan los desfibriladores en niños, es exactamente la misma que para adultos, siempre y cuando tengas en cuenta el modo del desfibrilador o incorporar los parches pediátricos para que el nivel de descarga sea el más adecuado.
¿Cómo se utiliza un desfibrilador DESA en niños?
Pese a que la probabilidad de que los niños sufran un paro cardíaco es menor, también están expuestos a este riesgo. En el caso de que veas que un niño cae al suelo y no sepas por qué, es necesario seguir una serie de pasos que pueden ayudar a mantener sus funciones vitales y con ello salvarle la vida.
Lo primero que se debe hacer es activar la cadena de supervivencia llamando a los servicios de emergencia. Mientras estos llegan, comprueba si el niño tiene pulso, en el caso de que no lo tenga debes colocarlo en una posición lateral.
En segundo lugar, se debería realizar una reanimación cardiopulmonar hasta que llegue el desfibrilador pediátrico. Una vez dispongamos del equipo de cardioprotección debemos colocar los parches sobre la piel del niño en las zonas que explicamos más adelante.
La mayoría de los desfibriladores están equipados para que puedan dar instrucciones a la persona que lo está utilizando, por ello, se recomienda mantener la calma y seguir las órdenes que este te va dando.
Finalmente, en el caso de que sea necesario suministrar una descarga, será el propio equipo el que se lo indique, si e se requiera hacerlo, asegúrese de que nadie toca a la víctima mientras se está aplicando el choque. Continúa con una RCP hasta que lleguen los servicios de emergencia.
¿Cómo colocar los electrodos de los desfibriladores en niños?
La posición en la que se coloquen los electrodos también será diferente de la que se coloca en los adultos. La razón principal es por qué el tórax del niño no es el igual que al de un adulto.
Una de las almohadillas debe colocarse sobre el hombro derecho, justo debajo de clavícula, la otra debe colocarse 10 cm debajo de la axila izquierda.
Las almohadillas ya van señalizadas, para que la persona que vaya a hacer uso de ellas sepa diferenciar cuales son las de adulto y las de niño.
En Neosalus queremos garantizar la salud de todos, por ello si todavía tienes dudas puedes en ponerte en contacto con nosotros para conocer todos los detalles de los desfibriladores en niños.