¿Qué es el estrés?
El estrés es uno de los principales enemigos de nuestro corazón. Se produce cuando una persona se ve rodeada de situaciones que superan sus recursos. Eso produce que se vean superados al tratar de cumplir con las demandas exigidas experimentando una sobrecarga en el usuario que influya en su bienestar tanto físico como psicológico y personal.
Este estado puede causar varios síntomas, tanto físicos como psicológicos y emocionales. Algunos de estos pueden manifestarse en: dolores de cabeza, cambios en la conducta, problemas cardiovasculares, insomnio, rigidez muscular, entre otros. Cada persona experimentará uno o varios síntomas dependiendo del grado de estrés al que esté sometido.
Tipos de estrés que existen
Estrés Agudo
Es un estrés que se ocasiona en un breve periodo de tiempo y normalmente desaparece con rapidez. Este estrés es muy común, sobre todo cuando se vive un proceso de excitación o de situaciones complicadas. Su breve duración hace que no ocasione problemas cardiovasculares graves.
Estrés crónico
Se sufre durante un periodo de tiempo más prolongado que el estrés agudo. Este puede prolongarse desde semanas hasta meses, no obstante, la persona puede llegar a acostumbrarse a él y no darse cuenta de que lo está viviendo, produciendo así problemas de salud a la larga.
¿Cómo afecta el estrés a nuestro corazón?
El estrés viene dado por un conjunto de situaciones y de cómo nuestro cuerpo lo percibe, causando así nerviosismo en la persona y provocando reacciones psicológicas o psicosomáticas. Esta enfermedad produce hiperactividad en la amígdala, la encargada de dar respuesta a las amenazas recibidas.
¿Sabías que durante las dos horas siguientes a sufrir una alteración emocional, la posibilidad de sufrir una parada cardiaca es más elevada?
La amígdala, que afecta a la parada cardíaca está relacionada en el proceso de las emociones. El estrés provoca una aceleración en nuestra respiración, sube la presión arterial, los músculos se tensan y la mente aumenta su ritmo de trabajo.
El nivel de estés además, se relaciones con el nivel de globos blancos, ya que estos facilitan la aparición de enfermedades en nuestro organismo.
Otras de las consecuencias cardíacas que podemos experimentar son:
- Aumento de la presión arterial
- Aumento de la inflamación en el cuerpo
- Aumento del colesterol y los triglicéridos en sangre
- Situaciones de arritmias o palpitaciones fuera de ritmo
¿Cómo podemos reducir el estrés?
El estrés es un estado necesario que tienen que vivir las personas para superar determinadas situaciones que requieren de más esfuerzo y activación, lo que es realmente necesario es prevenir el exceso de este.
Es importante saber detectar el estrés y ver si se repite de forma innecesaria en nuestro día a día para poder frenarlo y evitar poner en riesgo la salud y el bienestar propio.
Para intentar reducir el estrés y evitar una parada cardíaca, es aconsejable hacer deporte de forma regular, pasar tiempo al aire libre, realizar actividades que ayuden a relajarse y tener un buen descanso.
Una dieta equilibrada también nos ayudará a mantener una salud cardiovascular buena así como minimizar el máximo posible el consumo de alcohol, tabaco y azúcar.
Otro consejo para reducir el estrés es sentarse en silencio durante 10 minutos diarios y concentrarse en la respiración, algo tan sencillo como esto puede ayudar a la relajación y disminuir el ritmo cardíaco.
Ofrece cardioprotección ante el estrés
El estrés es una de las causas minoritarias que pueden derivar a problemas cardiovasculares. No obstante, aunque no sea una causa directa, es importante cardioproteger los espacios donde haya afluencia de personas por si se diera una situación de urgencia.
Desde Neosalus ofrecemos una amplia variedad de sistemas de cardioprotección que permiten ayudar a que ante cualquier imprevisto tener siempre las herramientas adecuadas para socorrer a la víctima. Si quieres conocer todos nuestros servicios visita nuestra web o llama al 900 52 56 78.