Hoy en día sabemos que fumar daña nuestro organismo y disminuye nuestra salud. La principal enfermedad asociada al tabaquismo es el cáncer, pero hay multitud de enfermedades más como enfermedades cardiovasculares, osteoporosis o asma.
Esto se debe a que las sustancias tóxicas que contienen los cigarros deterioran las arterias e incrementan las posibilidades de que se formen coágulos en la sangre. Además, se hace más difícil el trabajo del corazón porque aumenta la presión arterial debido a la nicotina.
Del mismo modo, si hay personas de nuestro entorno que son fumadores, también nos perjudica. Ser fumador pasivo y respirar el humo del tabaco es igual de malo que fumar, ya que en el humo se encuentran gran cantidad de sustancias químicas nocivas para nuestro cuerpo como amoniaco, arsénico o níquel.
¿Qué es el tabaquismo?
El tabaquismo está estrechamente relacionado con las enfermedades cardiovasculares. Eso se debe a que la sustancia tóxica que se consume, en este caso el tabaco, es muy perjudicial para la salud.
La cantidad de compuestos que contiene el tabaco puede llegar a alcanzar los 4.000 y, de ellos, la mayoría son potencialmente tóxicos entre distintos órganos y sistemas cardiovasculares. Únicamente no perjudica nuestra función respiratoria, también daña nuestra piel, salud bucal, entre otros muchos elementos.
El tabaquismo se considera un trastorno adictivo crónico a la nicotina, que es la que se encarga de producir todos esos procesos a nivel cerebral. La persona que lo consume, va incluyendo el consumo esa sustancia en su día a día hasta convertirse en una persona dependiente, es por ello que posteriormente, las personas fumadoras se ven ante una gran dificultad en el momento de querer dejarlo.
Tabaquismo y enfermedades cardiovasculares
La probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares causadas por el tabaquismo va relacionada directamente al número de cigarrillos que se consume diariamente, estudios epidemiológicos afirman que los fumadores presentan un 70% más de probabilidades de padecer dichos problemas, y más todavía aquellos usuarios que consumen una cajetilla de cigarros al día.
La nicotina ejerce efectos directamente sobre el sistema nervioso central del usuario. Mientras se consume el cerbero envía señales que producen aumentos en la frecuencia cardíaca y la presión sanguínea. Esta sensación en un tiempo prolongado genera un deterioro en la función del bombeo de la sangre, lo que produce una insuficiencia cardíaca.
Beneficios de dejar de fumar
Los beneficios de dejar de fumar son numerosos y lo agradecerán tanto nuestro cuerpo como las personas que están a nuestro lado cada día. Los más importantes son: se normalizan el ritmo cardiaco y la presión, mejora la circulación de la sangre y se reduce en riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
El riesgo de morir a causa de enfermedades cardiovasculares producidas por el tabaquismo se ve reducido en el momento en que se deja de fumar. Llega a la mitad de un año y continúa disminuyendo de forma progresiva a medida que avanzan los años sin consumir.
El tabaquismo constituye una mala conducta social y un peligroso factor de riesgo, los efectos nocivos de sus componentes, sobre todo la nicotina, provocan de forma inmediata el sistema cardiovascular produciendo alteraciones.
Del mismo modo, su inhalación crónica conlleva a sufrir alteraciones en el sistema circulatorio causando una estructura dañina de la estructura del corazón y los vasos sanguíneos, en definitiva, conduciendo a un deterioro progresivo de la función cardiovascular.
Desde Neosalus apostamos por los hábitos saludables para tener una mejor salud cardiovascular y así poder evitar incidentes relacionados con nuestro corazón