Cada día estamos recorriendo el camino hacia la vejez casi sin darnos cuenta y una vez hemos llegado a esta etapa, nuestros órganos, músculos y huesos ya no son los que eran años atrás.
En esta etapa se producen grandes cambios en el organismo y en el funcionamiento de nuestro corazón, de manera que también es la época más frecuente de la vida en la pueden aparecer enfermedades como las cardiovasculares. Actualmente, las personas que tienen entre 65 y 75 años son las que están más expuestas a sufrir enfermedades cardiovasculares. Por ello, es importante tomarse en serio la salud cardiovascular desde la juventud, pero sobre todo, a partir de la tercera edad.
El problema es que en edades avanzadas es frecuente que aparezcan la hipertensión arterial o el colesterol; enfermedades que si no se controlan pueden llevarnos a sufrir un ataque cardiaco. Como métodos de prevención, es aconsejable llevar una dieta sana, practicar actividad física con regularidad y no consumir tabaco o alcohol.
En un tiempo en el que la población de nuestro país está cada vez más envejecida, cada vez son más los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares, y por consecuente, es de vital importancia la existencia de espacios cardioprotegidos con desfibriladores.