La reanimación cardiopulmonar (RCP) pediátrica es una técnica de salvamento y primeros auxilios utilizada para reanimar a un bebe lactante o un niño en parada cardiorrespiratoria.
Una parada cardiorrespiratoria en bebés y niños de 1 a 8 años puede devenir por accidentes de tráfico, ahogamientos, atragantamientos, electrocución, intoxicaciones, asfixia o caidas desde distinto nivel. Otras razones de paradas cardíacas infantiles son las patologías congénitas graves o infecciones como por ejemplo la meningitis.
La RCP básica es una técnica esencial de primeros auxilios que salva vidas y es importante saber cómo realizarla en un lactante o un niño de 1 a 8 años. Esta formación en primeros auxilios puede utilizarse en diversas situaciones de emergencia, como cuando un bebé/niño ha dejado de respirar o su corazón ha dejado de latir.
Es de vital importancia iniciar las maniobras de la RCP pediátrica antes de los 3 minutos desde que se inicia la parada cardiorrespiratoria, transcurrido este tiempo de seguridad la probabilidad de que el niño sufra secuelas neurológicas es muy alta.
Reanimación cardiopulmonar en bebés lactantes
Las maniobras de reanimación cardiopulmonar en bebés lactantes mediante las compresiones torácicas y las insuflaciones de aire en los pulmones a través de la boca o de la nariz, ayudan a mantener el flujo de sangre oxigenada al cerebro y otros órganos vitales, contribuyendo a prevenir daños neurológicos potencialmente graves.
Además, también puede ayudar a reanimar a un bebé que ha sufrido una parada cardiorrespiratoria. Saber cómo realizar correctamente la RCP a un bebé es crucial para cualquier cuidador, ya que puede significar la diferencia entre la vida y la muerte en una situación de emergencia.
Tener conocimientos de RCP garantiza que se tomen las medidas y acciones necesarias de forma rápida y eficaz cuando se intenta salvar la vida de un bebé.
Como realizar la RCP a un bebé de forma correcta
Cuando se practica la reanimación cardiopulmonar a un bebé, la RCP es ligeramente distinta que cuando se hace a adultos o a niños de 1 a 8 años. Por ejemplo, las compresiones en bebés se deben realizar con dos dedos, uno de ellos el pulgar, en el centro del pecho en lugar de con las dos manos.
El ritmo y la profundidad de las compresiones de la RCP en bebés lactantes son diferentes a las de los niños de 1 a 8 años, las compresiones torácicas en un bebé deben realizarse con un ritmo de 100 a 120 compresiones por minuto y con una profundidad de 2 a 3 centímetros.
Las respiraciones asistidas de rescate en bebés también se administran con más frecuencia que en los adultos y niños, después de cada 5 compresiones, debe administrarse una respiración artificial de rescate.
Por último, hay que prestar especial atención a evitar una fuerza excesiva al realizar la RCP en bebés, ya que su pared torácica puede lesionarse fácilmente debido a su fragilidad.
Reanimación cardiopulmonar en niños de 1 a 8 años
La reanimación básica (RCP) es un importante procedimiento para salvar vidas que debe conocer y practicar cualquier persona que trabaje con niños.
La RCP puede salvar la vida de un niño en caso de parada cardiaca, mantener la oxigención y circulación sanguínea mediante técnicas y maniobras de soporte vital básico. Al aplicar la RCP a un paciente de 1 a 8 años de edad, asegúrese de realizar compresiones adecuadas a su tamaño y edad.
Como realizar la RCP a un niño de forma correcta
El ritmo de las compresiones cardíacas para un niño de 1 a 8 años con un peso de 25 kilogramos, debe ser de al menos de 90 a 100 compresiones torácicas por minuto.
Durante la RCP en niños de 1 a 8 años debemos administrar respiraciones artificiales entre cada serie de 30 compresiones torácicas. Estas respiraciones también deben ajustarse en función del tamaño del niño.
Si alguna vez se encuentra en una situación en la que tenga que realizar una RCP a un paciente pediátrico, es importante que mantenga la calma y siga estas directrices para asegurarse de que proporciona la mejor atención posible.
Reanimación cardiopulmonar pediátrica ¿Cómo se realizan las maniobras?
La RCP es una técnica importante para salvar vidas que puede utilizarse para reanimar a bebés y niños que han dejado de respirar o no tienen pulso. La reanimación cardiopulmonar de bebés y niños se realiza de forma ligeramente distinta a la de los adultos.
En el caso de los lactantes, la persona que practica la RCP debe utilizar dos dedos para realizar compresiones torácicas a un ritmo de 100 a 120 compresiones por minuto y cada 5 compresiones dar respiraciones de un segundo de duración.
Para los niños de 1 a 8 años, las compresiones deben hacerse con las dos manos utilizando el talón de una mano, a un ritmo de al menos 90 o 100 por minuto.
Dependiendo de la edad del niño, puede ser necesario administrar las respiraciones con una mascarilla con válvula de bolsa o boca a boca. Es esencial que cualquier persona que practique la RCP a un bebé o un niño reciba la formación adecuada para que pueda realizarla de forma correcta y segura.
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