Las altas temperaturas y los excesos del verano pueden afectar a nuestra salud cardiovascular. Por esta razón, es importante tomar precauciones, especialmente aquellas personas que presentan mayores factores de riesgo.
En las épocas de más calor el sistema circulatorio puede verse afectado, ya que debido al sudor el organismo pierde más líquidos de lo habitual. Además, puede producirse una vasodilatación en el sistema arterial, lo que puede provocar una circulación más lenta.
Las principales causas de mortalidad durante las olas de calor se relacionan con las enfermedades cardiovasculares. Además, durante los meses de verano, aumentan las probabilidades de deshidratación, lo que acentúa el riesgo cardiovascular en las personas que son más propensas a los problemas circulatorios.
Protege tu salud cardiovascular este verano
Claves para proteger nuestro corazón en verano
Para que tú y los tuyos podáis disfrutar del verano sin preocupaciones, a continuación te damos algunas pautas y recomendaciones para prevenir los efectos de las altas temperaturas en la salud cardiovascular.
- Beber agua con bastante frecuencia, aunque no tengamos sensación de sed, para prevenir la deshidratación (mínimo 2 litros al día).
- No abusar de las bebidas alcohólicas, con mucha cafeína o con mucho azúcar, ya que favorecen la deshidratación. Además, el consumo excesivo de alcohol puede producir trastornos y aceleración del ritmo cardíaco, lo que se conoce como el ‘síndrome del corazón de vacaciones’.
- Evitar comidas copiosas y optar por recetas más ligeras que ayuden a reponer las sales minerales perdidas con el sudor. El gazpacho, la fruta de temporada y las ensaladas son platos que no pueden faltar.
- Evitar salir a la calle en las horas más calurosas y protegerse siempre del sol. Recuerda que es importante ponerse siempre protección solar para evitar quemaduras, insolaciones, machas solares o lesiones más graves.
- Permanecer durante el mayor tiempo posible en lugares frescos o a la sombra.
- No realizar demasiados esfuerzos ni actividades deportivas al aire libre en las horas de más calor.
- Utilizar ropa ligera, transpirable y de colores claros, siempre adecuada al clima y al nivel de la actividad que se vaya a realizar.
- Usar una gorra que preferiblemente cubra las orejas para protegernos del sol.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura.
Recuerda que algunas personas son más vulnerables a las altas temperaturas y son más propensos a la deshidratación. Los niños menores de 5 años, las personas mayores, los enfermos crónicos y los pacientes con problemas cardiovasculares son los principales grupos de riesgo.
En caso de emergencia, ya sea ante un golpe de calor o deshidratación, es fundamental pedir ayuda, acudir al médico o llamar directamente al teléfono de emergencias 112.